De elecciones europeas. Masa crítica, masa electoral y lectura en clave de “proceso”. Una lectura para Hegoalde.

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La primera lectura de la consulta electoral es que sólo la ligera mayor participación en Hego Euskal Herria y el impresionante efecto tractor de Catalunya, totalmente  volcada en su proceso  soberanista, ha salvado estas elecciones a nivel estatal de un nuevo colapso abstencionista. No se puede en ningún caso obviar que la gran vencedora sigue siendo esta: la abstención. El desapego general para con el entramado pseudo-político-institucional de la Unión Europea es galopante. La legitimidad democrática de estas elecciones y de los cargos surgidos de ellas por lo tanto, sigue siendo nula. El listón del 50% de participación es un mínimo democrático que las castas político-económicas siguen ninguneando para consolidar sus estructuras de poder al margen de la ciudadanía.

 En Hego Euskal Herria el aumento de participación en algo menos de tres puntos con respecto a hace cinco años, ha traído parejo un hundimiento sin paliativos del PP y del PSOE. UPD crece en cifras muy lejanas al conjunto del Estado. El búnker españolista en su conjunto se hunde a mínimos electorales históricos. En Nafarroa por otra parte el destacable y esperanzador avance abertzale, no consigue descabalgar del primer puesto a la derecha. No olvidemos, que a pesar de todos los escándalos de corrupción que arrastra, la derechona Navarra tiene una potente base económico-mediático-social. Algo a tener en cuenta frente a determinadas falsas euforias de vuelcos que no se han producido.

Con todo, no es esperable que el PP mueva lo más mínimo su política para con respecto a Euskal Herria. El gran batacazo de VOX le confirma que su política de firmeza, entre otras cosas para con vascos y catalanes, cierra la puerta a partidos emergentes de extrema derecha que se sienten ya representados por el PP. Paralelamente sacan pecho por haber ganado las elecciones en España y ante el batacazo del PSOE, que conocerá mas capítulos de desintegración interna en próximas fechas. Aparecen así como el único “Partido Nacional” y los salvadores de la Patria ante la amenaza de las izquierdas emergentes y los soberanismos vasco y catalán. Nos tememos que estos resultados consolidan el inmovilismo españolista para con el conflicto vasco. Conflicto que por otra parte ha estado desparecido, a diferencia del catalán, de esta campaña electoral.

 El PNV sube imperceptible en votos, pero aparece cada vez más como un partido Bizkaitarra, a pesar de haber ganado con tranquilidad en la C.A.V. Logra así asegurar su verdadero objetivo, conservar el poder en Lakua frente al avance de Bildu. Curiosamente el PNV ha utilizado esta vez sus votos en Iparralde para declararse ganador en el conjunto de Euskal Herrria, ya que en Hegoalde EH Bildu le supera en papeletas y gana por primera vez en Araba (¡la que iba a ser según mayor Oreja el dique de contención de los abertzales!). Un curioso ejercicio de “territorialidad” jelkide que será olvidado rápidamente desde el pragmatismo vascongado.

 Difícilmente cuantificable es lo que ha pasado con EH Bildu. Hace cinco años, en pleno marasmo de ilegalizaciones y colapso electoral de la Izquierda Abertzale,  Iniciativa Internacionalista por una parte y EA y Aralar en su candidatura conjunta con Esquerra Republicana  reunieron aproximadamente el 19% de votos. Más difícil es aproximar qué representaba la actual Alternatiba dentro del voto de Ezker Batua-IU.

Sumando lo que sabemos (EA+Aralar+II) podemos decir que el voto de EH Bildu sube en número, ligeramente, casi imperceptiblemente  en porcentaje, en el conjunto, pero sufre paralelamente una caída porcentual en numerosas plazas fuertes históricas abertzales, donde el voto de IU y por tanto de Alternatiba, sí puede ser cuantificable.

 En general podemos decir que esta vez no ha habido prácticamente ningún tipo de sinergia en la unión de las cuatro fuerzas. La desmovilización electoral de la masa de votantes de izquierda abertzale de hace 5 años no se ha traducido en una participación masiva en estas elecciones. Por lo tanto si hacemos una lectura en clave de “proceso” máxime en comparación con el espejo catalán donde la independentista Esquerra Republicana ha triplicado sus votos y hasta CIU ha subido en 100.000 papeletas, la lectura no puede ser en absoluto positiva. Cuando la apuesta de algunos ha sido acumular fuerzas en lo electoral abandonando lo que ha sido tradicional en la izquierda abertzale, la organización y la acumulación de movilización social y popular en términos de masa crítica, hay que tener en cuenta que esa acumulación electoral ha de ser muy masiva para compensar en abandono de los otros frentes de lucha: la calle y un movimiento popular influyente, potente y profundamente crítico con el sistema, capaz de confrontar en lo social y en lo nacional con los Estados y los poderes económicos.

Paralelamente nadie parece reparar en esos más de 30.000 votos nulos y blancos que se han producido en Euskal Herria.

 Es aquí donde entra otro factor muy importante en estas elecciones, la irrupción de  Podemos alcanzando el 6,78% en Hego Euskal Herria.  Paralelamente Izquierda Unida ha pasado del 1,9% al 5,8%. Aunque algunos pretendan ver en el surgimiento de Podemos un reflejo mimético de la caída en votos del PSOE, está claro que la subida de IU parece haber sido (sin destacar que Podemos lo haya sido en parte) el cauce de los votantes del PSOE que no se han abstenido. No se puede obviar la irrupción de Podemos en muchos pueblos euskaldunes y de izquierdas, donde IU y el PSOE nunca han cosechado votos más allá de lo anecdótico. Es un dato para la reflexión.

 En conclusión, podemos resumir estas elecciones como un estancamiento a la baja jelkide, un estancamiento de EH Bildu que no consigue una destacada movilización electoral, pero cumple con creces su objetivo de estar representada en el Parlamento Europeo, un hundimiento sin paliativos del españolismo con diferentes gradientes eskualde a eskualde, y el surgimiento de una masa de votantes de izquierda de Podemos cuya evolución entre nosotros, a falta de  concreción de referentes vascos para el partido de Pablo Iglesias, es una incógnita de futuro, pero abre un agujero a la izquierda (de momento tan virtual como la praxis hasta ahora de Podemos entre nosotros) de lo que ha sido hasta ahora el campo de izquierda radical y consecuente en Euskal Herria. Algunos intentarán sumarse  este nuevo carruaje y no le faltarán a esa masa de votantes “novios”.

 Curiosamente, ante el avance de IU y Podemos, es pausible hacer una lectura en términos de que los defensores del derecho de autodeterminación suman hoy por hoy porcentualmente, máximos históricos. Por lo tanto, más que una labor de concienciación ciudadana sobre este derecho, parece imponerse como en Cataunya una decidida campaña independentista de confrontación con el Estado y avance en términos de práctica soberanista para su ejercicio por parte de nuestro Pueblo.

 EUSKO EKINTZA.

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4 respuestas a De elecciones europeas. Masa crítica, masa electoral y lectura en clave de “proceso”. Una lectura para Hegoalde.

  1. Pottoka dijo:

    Basoa erdi betea. EH Bilduk Europarlamentarioa lortu du.
    Basoa erdi hutsik. Bozketan aurrerapenik ez. PNV nagusi Baskongadetan eta PP Nafarroan. Ez da lortu nagusitasuna. “Prozesuaren” bultzadarik ez da sumatzen, Katalunian bezala.

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