Recientemente hemos conocido el fallecimiento en la cárcel de Zuera de la presa del PCE(r) Isabel Aparicio Sanchez.
La organización Socorro Rojo Internacional ha informado de la muerte en la prisión de Zuera de la presa de 60 años, militante del PCE(r) que se hallaba gravemente enferma.
Isabel Aparicio Sánchez llevaba presa desde el año 2007 y ya había pasado anteriormente por prisión otros cuatro años en 1980. Madrileña, era militante histórica del PCE(r) desde su fundación en 1975. Aparicio padecía innumerables problemas médicos que según sus allegados no han sido atendidos en la cárcel. «Artrosis degenerativa general, osteoporosis, problemas de respiración y sinusitis grave y crónica, desplazamiento de sus vértebras lumbares y hernia de disco», dolencias que según “Socorro Rojo” “no habían sido tratadas en ningún momento, ni derivadas a hospitales, por lo que su gravedad estaba añadiéndose cada día, hasta ocasionar su muerte”.
Es claro que la actual política carcelaria de venganza y excepción contra contra presos políticos sigue provocando muertes y daños irreparables a los presos y sus familiares. En el caso de Euskal Herria tres muertes desde la declaración unilateral de alto el fuego por parte de ETA.
En Euskal Herria el último caso es el del preso Josu Uribe-Etxebarraia, enfermo terminal y víctima de unas medidas carcelarias que sólo pueden empeorar su delicada salud. Luego se les llenará la boca de “derechos humanos” y palabras parecidas a los que no dedicarán ni un comentario a esta muerte.
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