Manifiesto “Es Tiempo de la Herritar Batasuna”.

herritar-batasuna

 Herritar Batasunaren garaia da.

Partimos de nuestra previa reflexión sobre lo ocurrido en los últimos años reflejada en el documento”Ekintza garia da” http://www.euskoekintza.eu/manifiesto-de-presentacion/ 

 DEFINICIÓN DE MÍNIMOS DE LA HERRITAR BATASUNA.

El principal objetivo de la Herritar Batasuna sería conseguir la activación de la masa crítica militante de la Izquierda Abertzale, consiguiendo que se dote de una estrategia y tácticas consensuadas por todas hacia la independencia y el socialismo. Cuando hablamos de militancia “crítica” hablamos de militancia activa, formada, y que participan directamente en las dinámicas sociopolíticas del País, lejos de la imagen de militancia “virtual, gaseosa y desideologizada” tan a la moda. Militancia base de cualquier Poder Popular.

La Herritar Batasuna se  consigue combinando tanto el trabajo de los “taldes eragiles” a sus diversos niveles (local, de eskualde y nacional), con la participación en la misma de militantes individuales, también a todos los niveles. La Herritar Batasuna se conforma así por grupos y personas. No exclusivamente partidos políticos, sino también sindicatos, movimientos estudiantiles, diversos grupos sociopolíticos y  sectoriales (anti represivo, feminismo, memoria histórica-relato, naziogintza, ecología, educación-estudiantes, euskara, antifaxista…) Y hablamos tanto de grupos constituidos a nivel nacional como local o comarcal. Este planteamiento supone un incremento de la fuerza y de la descentralización de pueblos y barrios frente “a lo nacional” y repercute en una mayor autonomía de los grupos locales, un mayor dinamismo y una garantía frente a las agresiones represivas y de todo tipo.

Por otra parte los grupos sectoriales siguen trabajando con autonomía en sus áreas pero siempre dentro de las “líneas rojas” consensuadas entre todas. A fin de evitar la sectorización de los diferentes eragiles, estos se deben convertir en parte decisorias de la Herritar Batasuna. La Herritar Batasuna preserva así la riqueza ideológica de los grupos y personas que la componen,  pero crea a su vez estructuras para que puedan trabajar en conjunto dentro de líneas tácticas compartidas y siguiendo igual estrategia.  Esta riqueza organizativa de matices ideológicos y de prácticas sectoriales, lejos de ser una traba para el proceso emancipador nacional y social, es un activo para cubrir el máximo de masa social.

En la Unidad Popular nos dirigimos entre toda/os actuando la masa militante crítica como grupo dirigente. Las decisiones a cada nivel se toman en los órganos de dirección consensuados, asambleas y comités. Es de esa manera como la IA se dota de una coordinación colegiada y autogestionada por parte de todo el conjunto. El organismo dirigente es la propia Herritar Batasuna en su conjunto: Poder Popular. Los órganos de coordinación son los encargados de llevar adelante los mandatos y las líneas de trabajo conjuntas.

Creemos sinceramente que en la anterior fase del MVLN uno de los frenos fue la compartimentación sectorial impulsada para que algunos ejercieran una “dirección política” sin “injerencias” y molestias de los grupos “que se tenían que dedicar a lo suyo sectorial” y terminó siendo mero dirigismo. Compartir la dirección-coordinación no quiere decir que todos los grupos  tengan el mismo peso, pero sí que todos participen de la misma. Al igual que los militantes propios de la Herritar Batasuna. La propia Herritar Batasuna puede ser un semillero de nuevas organizaciones locales o nacionales tanto sociopolíticas como ligadas al  movimiento popular.

La Herritar Batasuna es el ámbito donde se dan los acuerdos estratégicos y tácticos; donde se deciden las líneas de trabajo conjunto; donde se crean las sinergias positivas de avance entre todas; y también donde se gestionan las discrepancias.

Hay que tener en cuenta, que si bien a nivel local, la militancia es multidisciplinar, a nivel de eskualde y nacional, los diferentes eragiles, tienen sus estructuras y aspectos de lucha específicos (presos, sindical, internacionalistas, ecologistas, memoria histórica, feministas, antifaxistas…), que son capaces de generar sinergias y tienen la capacidad de realizar análisis a nivel nacional, que son necesarios conocer y debatir entre todas. Es por ello, que la estructura y funcionamiento  de la Herritar Batasuna, debe ser capaz de conjugar dos ejes; uno el de movimiento revolucionario independentista en conjunto y otro el de los diferentes movimientos sectoriales que conviven dentro del mismo.

La Herritar Batasuna se configura así como el “herensuge” de múltiples cabezas. Mucho más efectiva frente a la represión de los Estados y todo tipo de ataques, y a la vez capaz, no sólo de trazar la línea estratégica y táctica, sino de crear por esa multicefália gran cantidad de diferentes frentes de lucha (nacionales, comarcales y locales), y de responder continuamente a las demandas e inquietudes sociopolíticas de una sociedad cambiante. Fundamentalmente, a través de un potente movimiento popular que actúa de humus para todo el resto.

Hay que recuperar no sólo la calle para la Izquierda Abertzale, sino la “xarma” y la alegría de luchar en la calle. Algo que en gran parte las nuevas generaciones desconocen.

En los últimos años se ha ido creando en gran parte de la Izquierda abertzale una cultura verticalista en que las decisiones se han ido tomando entre muy pocos. Algunos han aprovechado las ilegalizaciones para ir montando su estructura partidaria y vertical única. Sin embargo, el hegemonismo se ha demostrado como el camino más corto para la pérdida de masa social y militante. Y al final también para la pérdida de masa numérica tanto en movilizaciones como electoralmente.

En la Herritar Batasuna las decisiones se toman entre mucha más gente en sus diferentes niveles. Y las decisiones que corresponden a cada nivel, se toman a  ese nivel. Siempre dentro de las líneas rojas decididas entre toda/os. Supone una cultura diametralmente opuesta al partido único y jerárquico.

Consideramos de máxima urgencia todo lo relacionado con la creación de pensamiento político y la  formación de la militancia. Se ha de dar prioridad a  la Ideologización de la masa crítica de la Herritar Batasuna. Sólo una potente masa crítica garantizará en un entorno mediático tremendamente hostil y una sociedad que ha sido fuertemente despolitizada y desideologizada que la masa numérica y electoral crezca y lo haga avanzando en nuestras líneas estratégicas.

En la Herritar Batasuna se habrán definido las grandes líneas rojas de las tácticas y la estrategia hacia la Independencia y el Socialismo, y todos los eragiles y militantes se mueven dentro de ellas de acuerdo con las mismas y trabajando en sus áreas propias.

No se trata de transmitir consignas decididas entre unos pocos, sino de cambiar la forma de trabajar y el “chip” de la militancia. Empezando verdaderamente a influir en nuestros entornos a través de militantes (masa-crítica) a la vez que se le da coherencia por ejemplo al Gune Soberanista o al movimiento popular y a sus ejes de trabajo. Esto sólo lo puede hacer una militancia activa y formada, no una minoría autodenominada dirigente lanzando consignas para que las trasmitan a la sociedad una masa militante acrítica.

En la elección del modelo organizativo de la IA va además la elección de la táctica política e incluso de la verdadera opción de nuestra estrategia de Independencia y Socialismo. La organización de partido único (que a su vez controla unas juventudes partidarias y un sindicato al que se quiere convertir en mera correa de trasmisión) es un modelo que lleva a la asimilación de todo el Movimiento de Liberación por parte de los Estados; tanto por la represión pura y dura como por la acción de los diferentes poderes político-económicos, mediáticos, internacionales… sobre una dirección perfectamente identificada y por lo tanto, vulnerable.

En definitiva, la Herritar Batasuna es un instrumento para la confrontación con los Estados y el capital. El partido único, moderado por su amplitud (incluye todas las ideologías en su seno), un instrumento para “normalizar” la IA en las actuales estructuras institucionales.

La Herritar Batasuna funciona además en sus diferentes niveles como un órgano de apoyo mutuo entre los diferentes grupos que la conforman. La Herritar Batasuna recupera el sentido de “comunidad sociopolítica” para la masa social de la Izquierda Abertzale frente a la represión, los ataques mediáticos y sociopolíticos, pero también por un sentimiento subjetivo de pertenencia a ella. Un modelo de vida ligado a un modelo militante. Algo que parece desagradar a algunos empeñados en “normalizar” la IA en un contexto que paradójicamente  es de  total falta de normalidad política.

Precisamente uno de los desafíos históricos de la Herritar Batasuna ha sido el combinar a todos los niveles el quehacer de los grupos organizados con la labor de los militantes individuales. Esto no se puede resolver como se planteó en su día con la inserción de supuestas “Personalidades individuales” en los órganos nacionales como una especie de garantía de representación del militante individual. Tampoco se pueden sacar de la Herritar Batasuna grupos sociopolíticos, sindicatos, juveniles, sectoriales y colocarlos en una especie de limbo donde “alguien” los representa en la HB y donde se les super-sectorializa en su labor para que no tengan peso en las decisiones políticas de la HB en sus diversos niveles.

 

ESTRATEGIA EN LA QUE SE INSERTA LA HERRITAR BATASUNA

En nuestra propuesta táctica y estratégica, la Herritar Batasuna es el eje sobre el que pivotan el resto de las organizaciones y estrategias. Esto es:

  • EUSKAL HERRIKO BATZORDE NAZIONALA. Sería una Udalbiltza caracterizada como algo más allá de una organización municipalista, para convertirse en el referente institucional y de construcción nacional y social práctico gestionado por la Herritar Batasuna y del propio Gune soberanista hacia la independencia. Será tambiénimpulsora y reforzadora del movimiento popular dándole apoyo institucional y material. Instrumento estratégico para ir recuperando de facto la territorialidad de Euskal Herria al contar con personas, cargos políticos e instituciones de los diferentes eskualdes de Euskal Herria.

 

  • MOVIMIENTO POPULAR. Un movimiento en toda su pluralidad de lucha y frentes. La Herritar Batasuna como un fuelle que impulsa el  movimiento popular y no como freno al mismo. Puesta a su servicio y no al revés. Hay que abordar una potente reactivación del movimiento popular sectorial, recuperando lo que se ha destruido.

Como dicen en Iparralde “Utzi behar zaio haizea mugitzeari”. En los últimos años la sensación es que nos hemos dedicado a “mover el viento”. Se han  creado en laboratorio infinidad de “chiringuitos” coyunturales con gran puesta en escena, para a continuación destruirlos provocando la frustración de la gente que había trabajado en ellos. Se puede adivinar hasta una intención detrás de esta política de creación-destrucción continua: la de evitar que el movimiento popular se asiente como un verdadero contrapoder.

Lógicamente todo el Movimiento Popular no estará en la Herritar Batasuna, sólo los grupos que se identifiquen plenamente con sus principios estratégicos. Pero la Herritar Batasuna sí que deberá ser una referencia del conjunto del movimiento popular.

 

Proponemos dos grandes ejes estratégicos urgentes para el movimiento popular.

 

  1. Una plataforma por los derechos nacionales, sociales, civiles y políticos. (Lo que en su día fue la coordinadora Adierazi Euskal Herria).

 

  1. Un movimiento independentista potente.

 

  • EL GUNE SOBERANISTA. (Frente electoral y de gestión institucional hacia la independencia y el socialismo con los que no son propiamente izquierda abertzale).  Capaz de hacernos avanzar en el frente institucional y electoral. Espacio compartido con fuerzas de izquierdas y soberanistas. Diferenciar claramente lo que es estratégico, La Herritar Batasuna, de lo que es táctico; las alianzas institucionales y electorales con diferentes para avanzar en nuestro proyecto.

 

ORGANIZACIÓN DE LA HERRITAR BATASUNA.

La Herritar Batasuna se organizaría a los niveles local, de eskualde (comarcal) o ciudad, y nacional. Dentro del nivel comarcal y nacional se crearán los diferentes “aparatos” o grupos de trabajo de los que se dote la Herritar Batasuna. El Herrialde ha actuado en las estructuras de la IA como un mero filtro entre lo local y lo nacional, para que los pueblos y barrios “no molestasen a la dirección” con sus cosas, por eso creemos que hay que suprimirlo.

En el eskualde o comarca y los Batzarras locales es donde se rompe en la práctica con la sectorialización de las líneas de trabajo propias de los grupos, y estas pasan a convertirse en compartidas. Lo comarcal actuará como motor autónomo, creando dinámicas en las que podemos influir  sociopolíticamente en diversos marcos locales o en toda la vida social del eskualde. Al hacernos fuertes en lo comarcal, podemos crear “indargunes” en función de las fuerzas propias, sin esperar al peso de unos herrialdes totalmente heterogéneos o de lo nacional. Lo comarcal nos posibilita un trabajo más allá de lo local pero a su vez centrado en una realidad sociopolítica homogénea.

Es también importante poner medios en la recuperación de toda la ideología aprovechable que se ha ido generando durante décadas en la Izquierda Abertzale. Todo esto para no “inventar” cosas que pueden estar ya “inventadas”  en el desarrollo ideológico de la IA.

Expresamos también que la experiencia de las CUP catalanas y lo que están haciendo a nivel práctico y teórico nos puede ayudar mucho en nuestras formulaciones ideológicas y prácticas.

  1. 1.    Estructura del grupo local.

Se propone la realización de asambleas en las que todos los eragiles formen parte junto con los militantes no adscritos a grupos junto con una ejecutiva para el trabajo diario. A poder ser sin cargos que se eternizan sino rotatorios. La figura ideal es la del militante activo y comprometido que va rotando por diferentes responsabilidades, nacionales, comarcales y locales. Presencia de los grupos. El órgano de decisión debería ser puramente asambleario.

Por encima de todo estaría la Herri Batzarra. Las Herri Batzarras son, no sólo un punto de encuentro entre grupos y militantes individuales, sino entre diferentes generaciones, ya que en la IA los últimos años se ha roto la transmisión generacional. Los Herri Batzarras  y grupos locales son núcleos de masa crítica que actúan con total autonomía e iniciativa a su nivel, y que aunque actúan dentro de las líneas de trazo grueso común a toda la HB nacional, no están esperando a consignas “de arriba” para actuar en su nivel.

2. Estructura de eskualde.

La estructuración por eskualdes, permite una mayor dinamización y apoyo dentro de un eskualde, evitando dependencias organizativas, con una autonomía y funcionalidad que le permite trabajar en cualquier ámbito, aunque se hayan sufrido ataques a niveles altos, dado que la aportación militante es de base, y las decisiones nacionales están marcadas por líneas rojas que permiten autonomía de acuerdo con la idiosincrasia de cada eskualde.

El órgano de decisión del eskualde, será siempre la asamblea, en la que participaran tanto los diferentes eragiles, así como la militancia y los diferentes motores de los pueblos.  De cada eskualde, se creara un consejo de eskualde.

  1. 3.    Estructura nacional.
  2. A nivel nacional, se proponen diferentes foros de decisión, uno, destinado a las decisiones estratégicas y de determinación de las líneas rojas de trabajo conjunto y estratégicas e ideológicas , y otro para la gestión táctica y de corto recorrido.

 

3.1  Asanblada orokorra.

Esta Asanblada Orokorra, está abierta a toda la militancia, y se celebrara para la toma de decisiones estratégicas, ideológicas y de actuación general.

3.2  Biltzar Nazionala

Para las decisiones de largo recorrido, se propone la creación de una BiIltzar Nazionala, compuesta por todos los miembros de los Eskualde Kontzeiluak además de todo aquel que quiera asistir, perteneciendo a Herri kontzeiluak.

3.3  Kontseilu Nazionala

Organo conpuesto por un miembro de cada uno de las lineas eragiles salido entre los delegados de eskualde de cada línea eragile, asi como por un representante de cada eskualde, elegido entre los miembros de los Eskualde Kontzeiluak.

Tendrá por objeto, tomar aquellas decisiones de corto recorrido o tácticas.

De esta manera, tanto las líneas eragiles como la militancia general, tendrá presencia, voz y voto en los diferentes aspectos y niveles de la estructura.

Una estructura dinámica que requiere de personas militantes, y donde prima el trabajo por encima de los nombres, ya que debe ser dinámica y flexible, dándose rotaciones o cambios en función de la coyuntura de cada momento.

Los diferentes eragiles disponen de libertad organizativa en sus propios ámbitos, si bien en la estructura tienen su parte y responsabilidad de toma de decisiones, son parte de las decisiones y a su vez asumen las líneas rojas que se marcan por el conjunto.

La participación directa de los taldes eragiles, evita que se tomen decisiones por personas no vinculadas a dichas líneas de actuación.

EL PROBLEMA DE LA DEFINICIÓN DE LA MILITANCIA.-

No es un problema menor el de la definición de la militancia de la Herritar Batasuna. La militancia puede ser muy activa en su propio grupo pero más inactiva en la Herritar Batasuna o al revés. Sobre todo porque históricamente dentro de la Izquierda abertzale, las personas han participado de muy diferentes maneras y en muy diversos grados de implicación.

Podremos contar con diversos tipos de militantes en la HB. Militantes activos y comprometidos prácticamente en el día a día; medianamente activos o de “manifa” de vez en cuando; y militantes de red social. Estos tres niveles han de ser administrados e implementados para crear sinergias, pero lógicamente no todos los participantes en los tres niveles pueden tener iguales derechos y obligaciones. Se deben de evitar los “desembarcos” de militantes de organizaciones para votar en bloque, y desaparecer después del trabajo diario hasta la próxima; o la de los “ilustrados” que vengan a pontificar a la militancia sobre lo que hay que hacer, pero sin  asumir el peso de la militancia porque ellos pertenecientes a la “élite intelectual” y no podían perder el tiempo en reuniones y trabajo de calle. Para esta participación de bajo nivel están muy bien las actuales redes sociales, pero las asambleas de la HB tienen que ser para la verdadera militancia.

Las redes sociales son instrumentos interesantes de trabajo para la socialización y la difusión de convocatorias, denuncias, etc., y están dirigidas a la masa numérica, el intercambio de información; pero las redes sociales no son instrumentos fundamentales de participación política de la masa crítica militante.

HOJA DE RUTA INMEDIATA PARA LA HERRITAR BATASUNA.-

En este documento se propone un cambio cultural. Dicho cambio supone pasar en un tiempo del verticalismo a la autogestión. Recuperar la cultura del movimiento nacional de liberación y de la Herritar Batasuna pero adaptada a las actuales circunstancias.

Es muy importante empezar a compatibilizar la activación de la Herritar Batasuna en los planos teórico, y de socialización y práctico. Es decir, nosotros desde nuestra cultura ekintzale, no entendemos que tengamos que esperar a tener un desarrollo redondo y absoluto de toda la teorización sobre la Herritar Batasuna para empezar a poner las bases prácticas de su creación. Sobre todo porque en estos momentos existen las condiciones subjetivas y objetivas para crearla. También porque el tiempo juega en contra. Por una parte cuanto más tiempo pase más difícil será recuperar los militantes y cuadros que se han ido a casa hartos del “no proceso”. Esta militancia potencial para la HB se está disolviendo.

Existe una importante lucha ideológica para diferenciar  entre una Herritar Batasuna y un Gune Soberanista de partidos y electoral, o si se prefiere un frente amplio electoral e institucional que se podría intentar colar como tal dentro de la enésima refundación de algunos. La Herritar Batasuna puede estar en el Gune Soberanista desde un punto de vista táctico, pero el Gune Soberanista es algo más amplio, un espacio que se comparte bajo unos acuerdos con otros grupos con visos más bien electorales y de gestión institucional. La Herritar Batasuna tiene que ser el motor no sólo electoral o institucional (vía la articulación del Euskal Herriko Batzorde Nazionala), sino que es también un motor de confrontación con los estados y el capital en todos los frentes. En la unidad popular, ya lo hemos dicho, no hay exclusivamente partidos políticos, sino grupos sociopolíticos, sindicales, grupos del movimiento popular…

Es activar lo desactivado y sin olvidar la importancia de  gestionar también los sentimientos y lo subjetivo.

Al final deberá de existir una estrategia nacional y una táctica para conseguirla,  gestada y compartida por cientos de cuadros políticos de las diferentes organizaciones de la Herritar Batasuna. Esta es para nosotras la base que llevará a la reactivación de un proceso  de liberación nacional y social para Euskal Herria.

 Euskal Herria, 2016ko abuztuaren 15ean.

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