Tras un masivo Aberri eguna en Iruñea, marcado por la petición sin ambages de independencia para Euskal Herria, un PSOE bastante descolocado políticamente intenta colarse en el debate sobre la más que clara petición social de final de ciclo político y de modelo de estado. Decíamos hace pocos días que con una monarquía borbónica totalmente en decadencia, los del PSE intentaron el pasado 13 de abril sacar pecho republicano en Eibar, eso sí, sin demasiado convencimiento porque ellos en el fondo fondo siguen siendo “Juancarlistas”. Ahora pretenden convencernos de que existe una solución federal al encaje de las naciones ibéricas en su España eterna. Proponen reformar la Constitución española para caminar hacia un modelo federal. “Todo lo que tenga que ver con el diálogo, sí; lo que propone el PNV, no”, resumen los líderes del PSOE que huyen de un verdadero diálogo en pie de igualdad sobre el modelo de estado y el derecho de autodeterminación. Incapaces de tragar lo que está ocurriendo en Catalunya, miran con espanto a la reactivación soberanista en Euskal Herria.
Mientras tanto el secretario general del PSE de Bizkaia, José Antonio Pastor, reparte leña a los convocantes del Aberri eguna y hace loas de la Constitución Española negando la mayor; que sea una cárcel de pueblos y de libertdes sociales y nacionales. Algunos siguen defendiendo lo indefendible, es decir el gran fraude de la Reforma del Régimen Franquista. Aunque por aquellos años muchos de los actuales líderes del PSOE se colocaban tras la pancarta de “Autodeterminación”. Se les ha acabado el tiempo de marearnos con propuestas federalistas vacías de contenido. El tren de la independencia para Euskal Herria ha salido ya de la estación, y sabemos que con el PSOE es imposible ir no solo hasta Maltzaga, que decía Telesforo Monzon, sino que es de los que intentará descarrilarlo de la mano de la más extrema derecha neofranquista. El hace tiempo que ha perdido toda su credibilidad política como parte de la solución de los problemas nacionales en el Estado español. Es parte, y grande del problema, como ya hemos visto con la posición anti consulta en Catalunya de un PSC que se decía “federalista” y catalanista. Es por ello que se hace incomprensible que aquí algunos esperen todavía algo de políticos como Txiki Benegas, Patxi Lopez o Pastor.
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